(:

Tengo ganas de correr sin rumbo, tengo ganas de hacer locuras, ganas de vivir de una vez, de empezar y acabar algo, de dormir hasta la hora que quiera, de no hacer nada, de mandar todo a la mierda, de engordar comiendo toneladas de chocolate, de llorar pensando en ti, de escribir una carta de despedida, de saltar, de volverme loca, de gritar hasta que no tenga voz, de saltar por un acantilado, de cambiar mi mundo y llevarte conmigo, de que te atrevas a quererme, de decir lo que siento y lo que quiero sin tener miedo, de que no juegen conmigo, de que no me utilicen, de sentirte cerca, tengo ganas de ser libre de una puta vez , de ser otra persona, de no querer a nada ni a nadie, simplemente de no existir.

Después de una violenta tormenta siempre brilla el sol

Cuando intentes levantar tu copa vacía con tu mano sin fuerza, por la ventana entrarán rayos de sol radiante anunciando un nuevo día, una nueva oportunidad de hilvanar otra historia.

Sabrás que es hora de tomar trocitos de tus quebrantadas ilusiones y armar unas nuevas.

De salir, aunque con una sombra en los ojos y y el cabello a locado a demostrarle al mundo que aún no te ha derrumbado.

Encender una hogera... y ver cómo se lleva el viento frío el humo que sube, junto con tus decepciones.

Luego..
Caminar...
Y caminar, caminar, caminar y luego...morir.

"Con o sin preocupaciones u ocupaciones, con o sin dinero y propiedades, te vas a morir" Susurra una sensual voz en tu cabeza.

Tomas tu sombrero y caminas hacia el sol, pues sabes que de cualquier forma vas a dejar de existir.

Y te decides no preocupar.

El sol se esconde en el horizonte.

El crepúsculo ha caído. Cuando el sol asome sus despeinados y dorados cabellos, te darás cuenta que la historia vuelve a comenzar

360º.

Mi cabeza anda girando a 360º todo el día, intento correr más rápido que mi corazón, este corazón que se encuentra dividido, con una brecha del tamaño de la boca de un volcán, y me quema, arde y erupciona fuertemente a kilómetros por hora, como la lava arrasa con todo lo que encuentra a su paso. Mi organismo no resiste estar entre los dos, me angustia pensar que alguien se tiene que quedar fuera de mi vida. Y sufro por no saber lo que quiero, a quien quiero. Sé que ya nada volverá a ser como antes, que el cambio está más cerca de lo que deseo, que por más que corra se que acabare transformándome y eligiendo mi energía, la que me proporcionáis. Pero ahora sé que me encuentra intoxicada por los dos, del oxigeno y el dióxido de carbono que me suministráis. Odio estar así, entre dos mundos diferentes, entre dos cuerpos distintos que me lo ofrecen todo.

Siempre quise ser la princesa del cuento. Quien siempre puede ayudar y no necesitar ayuda. La que en cualquier momento estaría ahí para la persona que lo necesitase. Quien aguantaría todo lo que le pasa a los demás y lo daría todo sin pedir nada a cambio. Pero una se cansa, y como bien me tienen dicho, "por ser tan buena, te tratan de tonta" Y veo que si, con lo cual el cuerpo ahora me pide que sea egoista, que piense en mi. Pero por más que lo intente, siempre pienso en un " ¿ Le parecerá mal ? ¿ Le molestará ? ¿ Estará bien ?
Estoy harta de preocuparme por todo y que ni la mitad se preocupe por mi. Vale que no pida nada a cambio, pero a mi también me gusta que me pregunten ¿ Qué tal ? ¿ Estás bien ? Son cosas, que se agradecen.
- Si, soy incompatible con el egoismo.
Nos empeñamos en buscar el amor, sin saber con certeza que es un simple beso.. Lo único que nos preocupa, es llegar a encontrar a nuestra mitad, a quien nos completa...

"Porque si prestas suficiente atención, descubrirás que, efectivamente, el amor está en todas partes"

Siempre que me siento pesimista por cómo está el mundo, pienso en la puerta de llegadas del aeropuerto de Heathrow. La opinión general da a entender que vivimos en un mundo de odio y egoísmo, pero yo no lo entiendo así. A mí me parece que el AMOR está en todas partes. A menudo no es especialmente decoroso ni tiene interés periodístico pero siempre está ahí. Padres e hijos, madres e hijas, maridos y esposas, novios, novias, viejos amigos... Cuando los aviones se estrellaron contra las torres gemelas, que yo sepa, ninguna de las llamadas telefónicas de los que estaban a bordo fue de odio y venganza. Todas fueron mensajes de amor. Si lo buscarais, tengo la extraña sensación de que descubriríais que el amor en realidad, está en todas partes.